Por: Juan Carlos Aguas Ortiz, Ph. D.
(Ciencia, Historia y Sociedad)
Biografía y Carrera Profesional
El Dr. Leopoldo Izquieta Pérez fue una figura clave en la historia ecuatoriana, un médico, investigador y político que dejó una huella imborrable en el desarrollo de la salud pública del país.
- Formación Académica: Se graduó como doctor en Medicina en 1905.
- Vida Universitaria: Fue un distinguido profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guayaquil, llegando a ocupar el cargo de Decano en el periodo 1928–1929.
- Investigador Incansable: Realizó y publicó importantes investigaciones en diversas revistas médicas de la época, contribuyendo al conocimiento científico.
- Reconocimientos: Por su vasta trayectoria y servicio, fue declarado "Mejor Ciudadano de Guayaquil" por el Concejo Cantonal en 1947, un año antes de su fallecimiento.
Actividad Política Destacada
- Concejal Municipal de Guayaquil: Sirvió en varias ocasiones como miembro del Concejo Municipal de Guayaquil.
- Presidente de la Junta Patriótica de Guayaquil: Demostró su liderazgo en esta importante organización.
- Diputado: Fue elegido como diputado en 1933.
- Ministro de Educación: Ocupó este cargo en 1932 bajo la presidencia de Juan de Dios Martínez Mera, evidenciando su compromiso con el desarrollo del país en diferentes esferas.
Legado en la Salud Pública
La visión y el compromiso del Dr. Leopoldo Izquieta Pérez fueron fundamentales para transformar la salud pública en Ecuador, sentando las bases de instituciones vitales.
Principales Contribuciones:
- Fundador del, extinto, Instituto Nacional de Higiene: Su logro más trascendental fue la creación del Instituto Nacional de Higiene en Guayaquil en 1938 (inaugurado oficialmente en 1941). Esta institución, que hoy lleva su nombre (Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública - INSPI Dr. Leopoldo Izquieta Pérez), se convirtió en un pilar para la investigación científica, el control de enfermedades y la producción de insumos sanitarios en el país.
- Pionero en la Lucha contra Epidemias: Lideró de manera activa la batalla contra la peste bubónica y otras enfermedades infecciosas que asolaron el Ecuador en su época, implementando medidas sanitarias cruciales.
- Director General de Sanidad: Desde 1937 hasta 1944, ejerció como Director General de Sanidad, desde donde impulsó y ejecutó políticas sanitarias de gran impacto a nivel nacional, modernizando la infraestructura y los protocolos de salud del país.
- Promotor de la Investigación: Su visión permitió que el Instituto que fundó se convirtiera en un centro neurálgico para la investigación de enfermedades tropicales y el desarrollo de vacunas y sueros, beneficiando a miles de ecuatorianos.
El nombre de Leopoldo Izquieta Pérez es sinónimo de dedicación y progreso en el ámbito de la salud pública ecuatoriana, su legado perdura en cada avance científico y cada mejora en las condiciones sanitarias del país.
Introducción
La historia de la medicina en América Latina no puede entenderse al margen de los flujos de saber, poder y capital que la atravesaron durante el siglo XX. En Ecuador, uno de los momentos más significativos de esta articulación se vivió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la cooperación científica internacional, en particular la promovida por la Fundación Rockefeller, marcó un punto de inflexión en la modernización de la salud pública. En el centro de esta transformación estuvo el Dr. Leopoldo Izquieta Pérez, médico y funcionario público, quien fungió como mediador clave entre las políticas sanitarias ecuatorianas y la intervención técnica y financiera de los Estados Unidos.
La relevancia de este episodio reside no solo en sus consecuencias estructurales para la institucionalización de la medicina científica en el país, sino también en las tensiones que revela entre salud, geopolítica e ideología. Este ensayo examina críticamente el papel del Instituto Nacional de Higiene de Guayaquil, fundado con el auspicio de la Fundación Rockefeller en 1943, como símbolo de una nueva epistemología médica que redefinió las prioridades de salud en Ecuador, a menudo desde perspectivas exógenas.
¿Fue la cooperación internacional un acto de filantropía científica o una extensión de intereses económicos y políticos encubiertos? Este ensayo busca responder a esa pregunta desde una lectura crítica de la figura de Izquieta Pérez y del modelo de salud pública promovido por la Fundación Rockefeller. Se sostiene que la intervención de dicha Fundación, canalizada localmente por Izquieta, constituyó una estrategia de modernización biomédica que articuló conocimiento científico, formación profesional y control epidemiológico, en sintonía con la política exterior estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Una alianza estratégica: salud pública y política internacional
La década de 1940 estuvo marcada por una serie de acuerdos de cooperación entre Ecuador y Estados Unidos, que respondían tanto a necesidades bélicas como a planes de desarrollo hemisférico. Entre ellos, el acuerdo de cooperación científica y técnica de 1943 posibilitó la inserción directa de la Fundación Rockefeller en el sistema sanitario ecuatoriano (Villavicencio, 2021). Este vínculo no fue casual: desde 1913, la Fundación venía ejecutando programas de erradicación de enfermedades tropicales en América Latina, alineados con la expansión de mercados e infraestructuras necesarias para el capital estadounidense (Cueto, 2004).
En este contexto, el Dr. Leopoldo Izquieta Pérez desempeñó un papel esencial como director de Sanidad y luego como líder en la implementación del Instituto Nacional de Higiene de Guayaquil. La creación de este instituto no solo representó un avance en la formación de profesionales de salud y la investigación epidemiológica en enfermedades como la malaria y la leishmaniasis, sino que también consolidó la adopción de un modelo tecnocrático de salud pública inspirado en las doctrinas estadounidenses (Birn, 2006).
La tecnociencia médica y sus límites: voces críticas
Si bien el discurso oficial en torno a la cooperación internacional tendió a exaltar sus beneficios, también surgieron críticas desde sectores académicos y sociales. Varios estudios han señalado que el enfoque biomédico impuesto por la Fundación Rockefeller favorecía la infraestructura científica y la formación profesional en desmedro de intervenciones comunitarias más inclusivas (Packard, 2016). En efecto, el modelo aplicado priorizaba el control vectorial y la farmacología antes que los determinantes sociales de la salud.
Asimismo, se ha cuestionado el carácter elitista de los programas de becas y financiamiento promovidos por la Fundación. Según testimonios y análisis posteriores, muchas de las oportunidades formativas beneficiaron a profesionales vinculados a élites urbanas, consolidando una medicina centrada en núcleos privilegiados y alejando las decisiones sanitarias de las necesidades reales de la población rural y marginal (Ramírez, 2010).
De esta forma, el Instituto Nacional de Higiene, si bien fue un hito en la historia de la salud pública ecuatoriana, también puede interpretarse como una herramienta de gubernamentalidad al servicio de un nuevo orden sanitario global. Leopoldo Izquieta Pérez, lejos de ser un simple intermediario, operó como un actor estratégico cuya autoridad profesional y política permitió la internalización de ese paradigma.
Conclusión
Comprender la historia del Dr. Leopoldo Izquieta Pérez en relación con la Fundación Rockefeller permite situar los orígenes de la medicina moderna ecuatoriana en una trama compleja de saberes, poderes e intereses internacionales. La fundación del Instituto Nacional de Higiene de Guayaquil marcó la institucionalización de una nueva racionalidad médica, fundamentada en la tecnociencia y el control epidemiológico, pero también atravesada por criterios geopolíticos propios de la Segunda Guerra Mundial.
Este análisis invita a reflexionar críticamente sobre el legado de la cooperación internacional en salud, reconociendo tanto sus aportes como sus contradicciones. En tiempos donde la salud global vuelve a ser un tema urgente, la historia del Instituto Nacional de Higiene y de Izquieta Pérez nos recuerda que toda política sanitaria es también una política de conocimiento y poder.
Birn, A. E. (2006). Marriage of Convenience: Rockefeller International Health and Revolutionary Mexico. Rochester: University of Rochester Press.
Cueto, M. (2004). Missionaries of Science: The Rockefeller Foundation and Latin America. Bloomington: Indiana University Press.
Packard, R. (2016). A History of Global Health: Interventions into the Lives of Other Peoples. Baltimore: Johns Hopkins University Press.
Ramírez, M. (2010). La salud pública en el Ecuador: Historia, políticas y actores. Quito: FLACSO.
Villavicencio, A. (2021). Intervención médica y geopolítica: la Fundación Rockefeller en Ecuador. Revista Historia y Memoria, (22), 145–172.
Aguas Ortiz, J. C. (2016). Medicalización y política internacional en el Ecuador del siglo XX: El Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical “Leopoldo Izquieta Pérez” (Tesis doctoral). Universitat Autònoma de Barcelona. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=76616